Paris, viernes, no entiendo

Anoche pensaba mientras veía la televisión cómo es que puede haber gentes que sean capaces de hacer lo que hicieron.
He pensado mucho al respecto, incluso me desvelé anoche pensando.
A diferencia de otros atentados, este me encontró más viejo, con más niños, más responsable; y quizás esta combinación haya sido la causa de mi desvelo.
Mi hija de 11 años comentaba aterrada antes de irse a la cama que los franceses estaban bombardeando Siria, y ¿qué le respondo? ¿Que hoy tenemos el derecho a defendernos de esa manera si nos atacan? ¿que da lo mismo? ¿que en razón de no haber orden mundial todos podemos hacer esto? ¿que es una solución justa? ¿dónde queda eso de poner la otra mejilla? ¿dónde queda eso de no voy a hacerte lo que tu me haces porque si no es rebajarse al orden más primitivo de la existencia humana?
Por eso no entiendo, no sé qué responderle a mi hija, no sé qué creer, porque al final nada es para siempre ni menos duradero, todo cambia, todo es posible de analizar desde un lugar diferente.
Pero sí sé una cosa: matar gente, e inocentes, es algo inconcebible, aquello jamás debe ocurrir, y por mucho que pensemos diferente, o creamos en cosas diferentes, nada justifica que matemos por aquella triste y penosa razón.

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