ESPERANDO A SANTIAGO

Hoy es jueves 12 de enero de 2006, ya han pasado 12 dias de este nuevo año y nuevas comienzan a suceder, como ser que he andado un tanto a las patadas y a los combos con los estudios (no me he dado ni el tiempo para terminar un ensayo que debo entregar en dos semanas), aún me cuesta levantarme por las mañanas y en las tardes añoro una buena siesta (aunque debo ser honesto, en mis vacaciones solo hice uso del derecho a una siesta en dos oportunidades, pero que las disfruté, no cabe duda) pero por sobre todo lo que haya pasado o me esté ocurriendo, está Santiago, mi querido hijo, aquel que una tarde lluviosa del mes de mayo (suena como a canción de Perales o del Zalo Reyes) hizo su aparición en el concierto familiar, llenando un lugar que no me había fijado estaba a su disposición.
Pues bien, dado lo anterior, ya el día de ayer la lucha completó la semana 38 de embarazo, o sea, estamos en cuenta regresiva, a la aguaite como diríamos en el campo, esperando que esperando. Lo más graciosos de todo es que todo indica que el estimado joven se tomará su tiempo en salir toda vez que sabe que por estos días estamos sin apoyo logistico en casa y este solo se resolverá el lunes que viene con la llegada de mi querida suegra.
Asimismo, es gracioso también que el sábado pasado hicimos un tour familiar por el hospital, y tuvimos la oportunidad de conocer las dependencias del nosocomio, tales como el "delivery floor" que bien suena a llegada por todas partes (de las madres a punto de parir, de las madres pariendo y de las madres paridas, además de los hijos por parirse, de los pariendose y de los paridos, de los padres por asistir al magno evento, los asistentes y los que asistieron al mismo), luego tuvimos oportunidad de una demostración práctica de las múltiples funciones y posiciones de las camas con algún dato freak como que las mujeres de más de 1,75 mts. tienen problemas para estar comodas por su altura, que la luz que se usa como reflector sirve también para darle un ambiente de mayor calidez al lugar, en fin, aquellas cosas que jamás se me hubiera ocurrido preguntar. Luego subimos al segundo piso y este correspondía al local de las matronas (y por lo que entendí, los médicos no son bien recibidos por estos lados), por lo que bien se puede deducir que es como "el piso de la pequeña Lulu o de las niñitas", y en verdad que este cuenta con muchas piezas, comunes e individuales, con baños de único y exclusivo uso para las señoras madres (el de hombres queda en la cresta, cerca de la entrada) y con unas piscinas estilo "jacuzzi" para partos en el agua. En resumen, cuando terminó la actividad nos miramos con la lucha y los dos concordamos en que había sido una pérdida de tiempo el tour; pero al menos ya sé donde deberemos llegar y donde está la maquina para tomar café y el baño de hombres.
Hoy jueves la lucha ya le ha comenzado a poner atención a las contracciones, y se van repitiendo cada 45 minutos, por lo que entonces el momento se acerca.
Por mi parte he comenzado el ascenso al monte neurosis, pensando tonteras, durmiendo a saltos, de un carácter muy pero muy cambiante, con las uñas en su mínima expresión, comiendo poco, en fin, esperando a que todo comience de una vez por todas y nuestro querido Santiago, Chago, Tiago (este ultimo es de la Dominga, y nada tiene que ver con el bailarín brasilero de esos grupos Axé) llegue de una vez por todas.

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