Mi futura casa.

Desde que decidimos que nos veníamos para Soton (abreviatura de Southampton), personalmente siempre me dediqué a soñar cómo sería la casa en la que viviríamos.

Pues bien, recordando todos los ejercicios de imaginación que hice tantas veces mirando las ofertas de la universidad (que como ya les conté valían callampa), más las dispendiosas y dilatadas búsquedas por internet, mi ideal de casa era así:
un departamento, no una casa;

• al lado de la universidad;
• de construcción sólida (digo, de cemento o algo parecido);
• chico y sin lujos;
• con tele, internet, teléfono;
• con un baño y una cocina chica;
• alfombrado; y
• con terraza.

Pues bien estimados auditores, solo acerté en algunas de las cualidades soñadas (luego de un periplo de 2 días que tuvo lugar entre los dias 06 y 07 de septiembre), mas no en todas. En efecto:

• encontré una casa (no un depto);
• es pareada;
• es de 2 pisos;
• tiene un pequeño patio, tres piezas, parcialmente amoblada, un baño;
• no tiene ni tele, ni telefono ni internet;
• se calienta con calefacción central a gas;
• la cocina es amplia y hace las veces de "lounge" (asi describió el espacio la señora que me llevó a conocerla);
• el baño está en el 2º piso, tiene tina, water y ventana que se abre;
• está a medio camino entre la Universidad y el centro de la ciudad; y
• la entrada principal no da para la calle.

Pero como este será el hogar familiar por un año, y dado además que el tiempo apremiaba por la pronta llegada de mis mujeres y mi santa madre (ya contaré en un futuro episodio "todo sobre mi madre"), me apresuré a comunicar por internet las fotografías y luego de un breve intercambio de palabras con la lucha, decidimos darle el zarpaso al asunto y ya el jueves pasado (8 de sept. para ser más preciso) firmé los formularios, previo pago de la modica suma de 100 libras para reservar el "petit chateaux" familiar y así comenzar de veras a dormir tranquilo por las noches y dedicar mis esfuerzos a la sublime tarea de pasar este cursillo veraniego.