Es imposible pensar

De pronto tengo la sensación que el mundo se cae a pedazos, que nada dura ni menos sobrevive, que todo depende de todo, todos son problemas tras problemas, movimientos, cambios.
La muerte anda rondando, hoy son los ajenos, mañana quizás los propios.
Nada es seguro, todo es incierto.
Cuan cierta es la descripción de cuando erramos niños: el mundo era el mundo, las preocupaciones eran las notas del colegio, la herida en la rodilla, la pelea con el amigo, si mañana llovía o estaba despejado, mirar como pasaban las nubes por la cabeza, como caía la lluvia, sentarse a tomar el te con zopaipillas pasadas y un vaso de leche con algo, esperar al papá que llegara de la oficina tarde, bien tarde, levantarse en la mañana muerto de frío y los fines de semanas hacer lo mismo pero en silencio, para no despertar a nadie.
Las preocupaciones eran esas, nada más que esas.
Hoy en cambio, todo es diferente, todo es pesado y desgastan, si no es una cosa un día es otra más compleja, soledad de soledades, sustos y temores.
El otro día leía que cuando a uno le dicen que tiene cáncer, tiene tres salidas: o se derrumba o se paraliza o se echa correr para perderse.
Lo más interesante de las cosas que nos trae de regalo la vida son justamente que jamás nos esperamos que ocurran, jamás nos imaginamos que nos puedan pasar a nosotros, jamás pensamos que puedan existir cosas así, jamás asumimos que nos hayan pasado a nosotros.
Los episodios dolorosos son entonces como muros que nos van en un carrera de obstáculos, y que debemos sortearlos para no perder la partida, y en este proceso todo vale, es decir, puedes circumbalarlo, puedes saltarlo, puedes demolerlo, puedes escalarlo, o derechamente, puedes chocar con él y ver el resultado final.
¿Por qué estoy pensando estas cosas?
Por que anoche tuve una experiencia del estilo, se me acercó una persona a hacerme una pregunta muy coloquial pero que entrañaba una pregunta esencial, y enfrentado a la duda, mi primera reacción fue de dolor, sentí que me conectaba con miles de historias y penas y dolores, y afortunadamente pude salir de ese dolor y fui capaz de hablar desde el corazón, traté de transmitir paz y serenidad no obstante lo golpeado que pude haber resultado. No sé si mis palabras hayan sembrado dudas razonables, solo el tiempo lo dirá, pero al menos la persona que me preguntó mi opinión quedó con tarea para pensar.
Todo lo anterior me hace imposible pensar, y por más que trato de hacerlo, vuelvo a chocar con la sensación que todo hace imposible pensar.

Comentarios