CONFORTGATE; ¿se acabó LA FIESTA o acaba de empezar LA FIESTA?

Hace exactamente una semana se hizo público lo que pocos sabían: colusión del confort.

Veamos, no es que el confort mismo se haya coludido sino los que lo fabrican.

En palabras sencillas, nos aumentaron el costo para limpiarnos el poto, limpiarnos la nariz, limpiar la taza del wáter después de usarlo, para prender la parrilla, para disfrazarnos de momia, etc.

Lo interesante de todo lo que ha ocurrido es que todo se ha vuelto a enredar: los dueños de las empresas productoras salen pidiendo perdón o negándose a hablar, los fiscales y tribunales salen defendiendo la procedencia de una delación y los consumidores y sus asociaciones claman, como siempre, que se compense el daño causado.

Pero pocos hablan de la confianza rota, de la responsabilidad, de la honestidad, del valor intrínseco del lucro, del gobierno corporativo, de la utilidad, del abuso, del quebrantamiento de las reglas, de la irresponsabilidad, de la maldad.

Un sistema como el nuestro - ¿post neo liberal poco social de mercado? - se ha construido sobre la base de la confianza de los agentes, en la subsidiaridad, en el respeto de los derechos, en la poca injerencia de la autoridad y en una confianza muy elevada en el mercado.

¿es cierto que el mercado se acomoda a lo que los agentes precisan, ajusta los precios y los flujos. El mercado es el lugar de encuentro y solución, es un sueño hecho realidad?

Parece que no.

El mercado no es un ente abstracto, es un ente real y de carne y hueso.Tanto así que las personas pueden optar, utilizar, abandonar, y hacer trampa, sí, trampa, mucha trampa, porque somos humanos y no sabemos hacer las cosas de un modo diferente.

Pensemos; ¿quien no ha hecho trampa en su vida? Nadie, todos hemos hecho trampa.

Pero cuando la trampa es para defraudar y hacerse rico a costa del abuso, la trampa es agravada, no es una mera trampa.

Como dice un amigo, lo peor de todas estas cosas es que con estos ejercicios se van destruyendo el concepto de mercado y así darle paso a sistemas más totalitarios, pero yo no creo en lo anterior, no creo en una visión tan feroz como esta, porque creo que en los tiempo que corren, nadie pretender que una cosa así ocurra.

De hecho, creo que estas cosas ayudan a purgar las trampas, las malas costumbres y las malas prácticas, permiten darnos cuenta que no todos son limpios como dicen y si así lo creían, entonces que no trabajan con gente limpia.

Tanto pensarlo y tanta vuelta darle al asunto que me canso de creer que estos asuntos no son lo que parecen ser pero al final sí lo son: los pillaron con las manos en la masa, sin posibilidad de arrepentirse.

¿Se les acabó la fiesta? No, no había empezado siquiera porque la estaban preparando y ahora que la fiesta empezó, y con todo y todos aquellos que gustan mediatizar todas estas roscas, ahora sí vamos a tener que ver quienes, cuando termine, salen enojados, peleados, emparejados, curados y victoriosos.

Mientras tanto, me empezaré a sacar los mocos y me los comeré, como acto de protesta y no uso de papel confort.

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