AIRES DE PROTESTAS, VIENTOS DE LACRIMOGENAS

Mañana y pasado tendrá lugar un paro nacional al que se han ido plegando toda la manga de holgazanes de nuestro país que en vez de pedir un día feriado, han preferido parar aquellos días en demanda de algo que ni ellos saben.
Todo este jodido enredo me suena a pudridero, a aprovechamiento, a abuso, a frescura.
A los estudiantes los puedo entender - si a los pingüinos nadie los escuchó el 2006, ahora era su revancha - y a los profesores quizás, aunque cada día me queda más la sensación que son solo unos pocos los que promueven el inmovilismo y en general todos ellos quieren algo mejor para sus alumnos como para ellos mismos (en la naturaleza del educador, por muy vil y abúlico que sea siempre subyace el don de la enseñanza, lo dice un ferretero).
Pero a los de la CUT no los he escuchado, no sé si motivación es pegarle duro al gobierno, hacerlo salir a regalar plata que no tiene o verdaderamente quieren un cambio, pero no cosmético ni pasajero, si no de fondo, de esquema, de inspiración, de espíritu.
Habrá que ver qué pasa, qué hace este gobierno, si aparecen más Camilas Vallejos pidiendo cosas nuevas, pero lo que sí de seguro ocurrirá será que habrá peleas y discusiones, que unos saldrán a gritar y romper cosas, otros los reprimirán, y como un partido de futbol, terminado que sea el juego, cada uno se irá para su casa.

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