(publicado en latercera.com hoy 02 de Junio de 2011).

Al presidente de la república le acaban de hacer una especie de "electrocardiograma" de su gestión, y todo indica que la hipertensión y el stress le están pasando la cuenta.

Yo me adhiero a cualquier campaña que obligue al presidente y sus ministros a trabajar máximo 5 días a la semana, que los sábados salga a hacer deporte con la familia, haga unas parrillas bien regadas, y el domingo descanse, duerma siesta, juegue con los nietos, pasee en helicóptero, y que desde el viernes apaguen el teléfono, cuelguen sus chaquetas rojas, hagan tanto acto y conferencia.

De todos modos, lo que a mi me resulta de estas caídas exponenciales es que al final del camino la gente se está cabreando de vivir como lo estamos haciendo, de escuchar tanto problema, tanta muerte, tantos sustos, tanta trampa, de mirar a los gobernantes y sentir que se entrampan en discusiones eternizantes, que las represas son una solución a los problemas de los que nadie se ha hecho cargo y que no se debe castigar por eso, que las universidad no funcionan bien no porque su regulación sea anacrónica sino que en razón que el afán del lucro nos está matando a todos, y un país donde estudiar con deuda implique deber al final del camino más de 4 veces lo prestado es impresentable corta cualquier impulso por surgir y por tener movilidad social, que el único aire respirable es el de la mañana porque el de la tarde ha demostrado estar en permanente pre emergencia y que a todos nos falta dulzura, buenos modales, paciencia y solidaridad para ser mejores y más humanos, dejar de pensar en la plata y estar tranquilos con que el futuro será libre y llevadero, que la vejez no es un problema sino una bendición, que la experiencia de un mayor mezclada con la impertinencia de un joven pueden mover montañas, porque uno sabe cómo hacerlo pero no le da el cuerpo, y el otro no sabe como pero si le da el cuerpo, que las madres debieran tener no 6 si no 12 meses de post natal dado que las guaguas son los futuros contribuyentes de la nación, y si no se les cuida apropiadamente desde que nacen, su aporte futuro será mínimo.