EMOCIONES CONTENIDAS

Luego de haber vivido un mes de marzo como nunca antes lo recordaba, me parece que la conclusión de estos largos casi 27 días ha sido de emociones contenidas, de mirar como es que la vida va de un lado a otro, te toma, te levanta, sostiene y deja caer; las cosas no están del todo limpias, menos ordenadas, presiento un ambiente extraño, enrarezido, cambiando hacia rumbos que nada me gustan, especialmente lo que ha trabajo se trata.
Me de la sensación que la confianza, elemento esencial de toda relación humana, cada vez es superado más y más por la doctrina del dinero, de la ventaja, de la ganancia, del ahorro, del despojo.
Hablaba el viernes con una persona que me contaba las innumerables personas que lo han ido a ver para pedirle trabajo, y no sentí en su hablar que su opción fuera por aquellos a quienes conoce más; por el contrario, mi sensación fue que le daba lo mismo, que para el valía más el recortar un costo que proteger a los que le han ayudado a ser lo que es.
¿De qué estamos hablando digo yo?
La verdad es que mi entorno más cercano me prodiga cariño, esperanza, amor, certezas de un mundo bueno, pero el entorno lejano me parece cada vez más asqueroso, más repulsivo, más vendido e insulso que nunca.
Aquí está mi emoción contenida, aquella que he visto en las caras de las personas que atienden un funeral y con gran una sonrisa saludan a los deudos en circunstancias que ellos igualmente pueden estar velando íntimamente a la persona que han ido a despedir, y quizás tanta contención lo sea porque se trata de una emoción que se presenta a la hora de las partidas/despedidas que quizás se acercan más pronto de lo esperado.
Tal vez sea la hora de empezar a presencial el paso a un nuevo mundo y a una nueva dimensión, más y nuevas partidas se avecinan, y aquel que no le teme a esta emoción creo que es hora de preguntarse porqué de su certeza cuando la verdad es que lo que se viene es impensable, y al menos en el fondo del corazón siempre se nos pide un poco de certeza, al menos aquella que nos dice que respiramos y tragamos saliva y nos hace sentir vivos.

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