EL PODER DE LA PALABRA

En estos días hemos vuelto a ser testigos del poder de la palabra y su infinita capacidad para correr rumores y teorías deschavetadas.
Pero también han sido días donde la palabra que no se dice ha diseminado por doquier muchas cosas, y como buena sembradora, espera sus frutos.
Lo lindo de todo lo ocurrido es que las estructuras comienzan un suave pero ininterrumpido remezón, el descontrol es tal que no se sabe qué decir, qué hacer, para donde arrancar, o bien, poner el pecho al frente y juramentarse a salir a ganador, a, gesto heroico mediante, reconquistar las lealtades.
Ya veremos que pasará con todo esto, pero mientras más pase el tiempo, las sorpresas serán crecientes, y no sólo en cantidad, sino en calidad, y ea quien no esté preparado para ver cómo se irá conociendo todo aquello por tanto tiempo escondido, y si no hay nada que ver, bueno, entonces tendrá que ser la palabra la que vuela a llenar los espíritus y nos conduzca a lugares mejores.

Comentarios