LA IGLESIA Y LOS ABUSOS

En estos últimos días ha salido por la prena mucha información acerca de la Iglesia y los abusos de curas y la pedofilia, las acusaciones van moviéndose desde un continente a otro con notable facilidad, el Papa se pegó una semana santa al límite, hoy apareció el mismísimo obispo de Brujas auto denunciándose de abusador, es decir, falta cada día menos para encontrarnos con curas crucificados o en cepos pidiendo perdón por lo hecho.

Personalmente creo que es muy sano que la Iglesia se haga cargo del tema finalmente y disponga que aquellos sacerdotes y consagradas abusadoras, además de ser separados de sus funciones, sean denunciados ante la Justicia, puesto que estos últimos son los que manejan las cárceles.

Sin embargo, otra muy distinta dice relación con la manera en que la Iglesia se está haciendo cargo del problema, y creo que es sumamente doloroso advertir que este "problemita" tiene siglos de antigüedad y que la práctica fue siempre tapar antes de hacerse cargo.

Seamos honestos, el pedófilo es un enfermo; el abusador es un enfermo también. Pero es igualmente enfermo y aún más responsable aquel que se ocupa de encubrir al victimario y no se hace cargo de la víctima.

¿Cuánto dolor, pesadillas, suicidios, abusos consecuenciales han marcado a las víctimas de estos abusos?

Estas victimas son a quienes la Iglesia debe pedir perdón, es ante ellos a quienes deben volver las miradas tanto los autores como los cómplices y los encubridores y poner el pecho y aceptar las consecuencias de sus actos; esta es la única manera de desterrar las malas costumbres.

En este sentido, me acuerdo de la muerte de los conscriptos de Antuco, y quien puso la cara desde un principio fue el general en jefe, y quien debió asumir y soportar la responsabilidad de su estúpida decisión fue el coronel que dio la órden de marchar.

¿Acaso en la Iglesia no debiera suceder algo parecido? Está bien, tenemos la responsabilidad vicaria, la jerarquía, etc., pero eso no significa que todos deban ser tratados en un mismo grupo en la medida que estén desconectados unos de otros.

En fin, este asuntillo da para rato, pero por mucho que digan lo que digan, sigo creyendo y rezando por que todo este asunto de los abusos se aclare y vuelva la paz a la iglesia.

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