LA TERMOCRACIA

Vengo siguiendo con deleite lo que se supone es nuestra democracia chilena y la verdad de las cosas es que cada vez le veo síntomas más parecidos a los de un termo colegial, caliente por la mañana, tibio al mediodia, frio al atardecer.

Lo más notable de todo lo que ha venido ocurriendo en el último tiempo es que las huestes de ambos lados se están guardando para la gran batalla de fin de año, y a pesar de las escaramuzas de los radicales - JJ Gómez intentando pelearle la designacion de candidato único a un bisoño Frei y luego peleándose con el intratable Escalona - y los esfuerzos de la derecha por mantener a Piñera alejado de los males del mercado y guardando silencio ante la agudeza de los de gobierno, todo indica que el contenido del termo cada vez se enfría más y no hay nadie que lo quiera abrir para luego comerse el contenido por que saben que ya no está calentito.

Si bien la política es un juego de pocos, con reglas poco claras, sin árbitro ni tarjetas ni controles de dopping, la democracia es más que eso, y no se limita ni restringe a una simple votación - ya lo estará diciendo el alcalde Torrealba luego dle masivo no que le dieron para su plebiscito comunal - porque lo que está en juego es la ilusión de un pueblo, las necesidades de los necesitados, las ambiciones de los ambiciosos, los sueños de los idealistas, la participación de los que no participan.

Entonces, la pregunta es ¿por qué nuestra democracia supuestamente moderna anda funcionando como un termo si existe tanto por hacer y decidir pero poco permea a las bases del sistema?

Las respuestas pueden ser múltiples, complejas, simplistas, y a mi entender todo dice relación con que tenemos un esquema de sociedad construido sobre una igualdad de acceso a casi todo mas no de concreción de la misma, una sociedad donde todo se puede obtener pero no todo se puede tener, una sociedad que te dopa con bienes para hacerte sentir bien por un rato pero que luego, al acabarse el efecto placentero, te obliga a buscar un nuevo dopaje y de esa manera mantenerte en status quo en el que vives.

Por eso es que nuestra democracia moderna, aquella de los años 90 que partió como un termo colegial, bien calentito, ya en el cambio de milenio se nos entibió y hoy constatamos que ya se enfrió. Dios quiera que las discusiones presidenciales le echen un poco de calor a este termo y cualquiera sea el lado del que venga, comience el debate de fondo, no ese del manoseado ciudadano de pie, sino del ciudadano que lo convencido una y otra vez con que el solo acceso al bienestar basta, sino el bienestar existe cuando una persona percibe y siente que las oportunidades de mejorar y superarse existen y que los bienes materiales ya no son ni un placebo ni un fin, sino que es todo parte de un proceso para dejarle las cosas mejora engrasadas a aquellos que nos sustituirán en poco tiempo más.

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