CUANDO LA DISCUSION NO AVANZA

Sin lugar a dudas, nada avanzará en este país mientras no discutamos lo que nos pasa como sociedad, como familia y como personas.

Todo lo que ha ocurrido en los últimos días es signo evidente y elocuente de lo perdidos que andamos todos:
- los de la PDI participando en actividades en el Lucas Bar y usando autos institucionales (ya me imagino a Clinton yendo al mismo local en el auto del presidente de aquella época, hubiera sido notable);
- a Frei lo abuchean unas pobladoras por unas muertes en una calle en La Florida;
- a Piñera casi se lo comen cuando fue al velatorio de una niñita que murió arriba de una micro producto que a otro cabro se le escapó un tiro (¿qué hacía portando un arma una persona con 6 condenas, rematado y con libertades condicionales consecutivas?);
- Longueira decidió irse del comando de Piñera para apoyar a otro cabro que se va a presentar de diputado por Providencia.

Es decir, todo está patas para arriba, nadie hasta ahora se pronuncia con fuerza acerca de la cesantía, acerca de las pérdidas de las AFP, acerca de la contaminación, acerca la salud pública y privada, acerca de los impuestos, acerca de la movibilidad social, acerca del endeudamiento social, acerca de la vivienda, el kilo de arroz, el litro de leche, el metro cúbico de gas, nadie habla de lo que verdaderamente está ocurriendo y que dice relación con la situación de todos los chilenos frente a un mercado que cobra precios de hace 6 meses y que no ha traspasado aún ni los IPC negativos ni la baja del petróleo ni la reducción total de los aranceles.

Tampoco se habla de corregir el modelo de participación ciudadana, de corregir el sistema binominal, de terminar con los períodos sucesivos de los legisladores, de fortalecer y mejorar la carrera funcionaria, de estatizar el transporte, de reducir los funcionarios de confianza exclusiva.

En fin, todos quieren que la cosa siga como está, y da lo mismo lo que le pase a la gente que necesita ayuda o apoyo. Al menos el año 1989 habia ganas de mejorar las cosas, pero aquellos que así lo pretendían hoy o ya no están o bien están y bien apernados en el poder o en sus sillones y nada más alejados se mantienen de sus sueños.

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