UN NUEVO SENTIDO PARA LAS COSAS

Dias atrás escribí acerca de mis temores, dudas, reflexiones acerca de mi derrotero por la oficina, y el lunes fue dia de conversación, de mayor reflexión, de empezar a hablar sinceramente y repensar y repensarse.
Fue una buena primera terapia, y el sabor que me quedó luego de la conversación fue saludable, pues mis temores eran eso, temores, y agravados por el hecho que todo este tipo de cosas siempre están llenos de incógnitas y espacios claroscuros que no contribuyen en demasía a la tranquilidad espiritual.
Si bien dije lo que pensaba, la verdad de las cosas es que con la conversación fui tranquilizándome, entendiendo cosas que no entendía, poniéndome al día respecto de situaciones de las cuales estaba fuera, en fin, abriendo los ojos respecto de una realidad de la que más bien ando alejado y no tengo mayor vínculo afectivo (me refiero a mi relación con una de las sociedades).
Así las cosas, acordamos seguir hablando y repensando qué hacer en adelante, y creo que lo anterior es un paso, un buen paso, pues denota la intención que persiste en todos y cada uno, aquella de seguir juntos, pero quizás ahora con un poco más de madurez y convicción de hacer las cosas de un modo diferente.
Ya veremos, y como me dijeron el otro día acertadamente, todas estas vivencias son reflejo de una forma de ver la vida, de no quedarse estacionado ni apoltronado, persistir en la búsqueda (aunque no se llegue a ningún lado), pero no quedarse dormido.
En esto último estoy, no quedándome dormido.

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