LA LEYENDA DEL GENERAL BERNALES

Hace casi una semana se mató en un helicóptero el General Director de Carabineros mientras era transportado dede ciudad Colón hasta el Aeropuerto de ciudad de Panamá.

El medio de transporte cayó estrepitosamente sobre un centro comercial y se hizo pedazos, llamas y humo: el saldo fueron 11 muertos y un sobreviviente.

Cuando se supo la noticia en Chile todo se detuvo, y si digo todo, es todo. Obviamente la tele se abocó en un 100% a hablar de lo ocurrido, a escubriñar en la vida del difunto, todos hablaban del General perfecto, unos ministros no hablaban para no ponerse a llorar, otros lloraban como Magdalenas, la Presi se anotó en todas las actividades y discursos, hablando maravillas del difunto.

La pregunta entonces es: ¿porqué todos lloraron su trágica y fatídica muerte e incluso se le dieron funerales de estado?

Yo creo que todo dice relación con que nos falta con urgencia un presidente, y el ensayo de tener presidenta demostró que no tenemos genes que soporten a una nueva presidenta. No es un problema de género ni de machismo ni estupidez varonil, por el contrario, es atender a la esencia misma de nuestra indiosincracia, de la necesidad de padre, de la urgencia de un gran maestro que nos dé confianza y seguridad y aquella maldita sensación que "todo está bien", que podemos seguir andando, que el mundo no se vendrá abajo, que todo seguirá donde mismo.

Me parece que incluso a la misma Presi le falta alguien así, y no la puedo culpar, a ella se le murió su padre en circunstancias poco amables y además debió arrancarse para el exilio. Pero si se mira con ojos de hoy quien la podría estar acompañando, creo que el único obligado a hacerlo sería Lagos Escobar, puesto que él la erigió como candidata, la adoctrinó y aleonó, le enseñó parte de las artes de la politiquería y porque ambos se supone que abrazan los mismos ideales y principios. Pero como me dijo un amigo bastante dado a pensar que los políticos son gente siniestra, a lo mejor todo esto ha sido orquestado por el mismo Lagos para poder repetirse el plato y terminar de quedarse con aquelle que no pudo sacar en su período anterior.

En fin, el General Bernales ha hecho que el Chile profundo, el verdadero (no sé cuál es, lo juro) se espavile y salga a las calles a despedir a un hombre bueno, correcto, jugado, cercano, y clame por gentes que sean asi, que sepan conducirse por la vida así, que sus puestos de poder sean luz en vez de sombra, que sirvan de norte y enseñen el buen camino.

El resto, es nada.

Creo que el General se forjó su propio leyenda y por su obrar silencioso y trato cercano la gente lo recordará.

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