EL SENTIDO DE LAS COSAS

Estoy atravesando nuevamente por aguas turbulentas, desde el viernes, cuando en la oficina (mi segundo hogar) se comienzan a disparar los conflictos producto de nuestra propia inoperancia para evitar los conflictos y permitir dejar siempre sin atar cabos de una relación que por años hemos prolongado en un status quo sumamente errático.
El conflicto de ahora es por platas, y sin perjuicio que se trata de un hecho puntual, es un hecho que por siglos ha sido capaz de juntar y poner en conflictos incluso a la humanidad entera, todos contra todos, sin cuartel ni bandera.
Es por lo anterior que me revelo ante mi inoperancia para preveer el conflicto, para evitar que la seguidilla de hechos que su ausencia acarrea sea capaz de romper lo que por meses ha sido un largo trabajo construir.
Es irónico, muy irónico, pues somos gentes que nos llaman a preveer conflictos o a resolver los existentes, y no somos capaces de resolver los propios, y aquí es donde estriban todos mis pánicos y temores, puesto que no sé qué nos sucederá.
Ya hace un tiempo atrás iguales fantasmas me anduvieron rondando, sembrándome de dudas y preguntas acerca del futuro. En ese momento la decisión fue unívoca: debo seguir donde estoy por la sencilla razón que todo lo perdería si todo dejara ahora y porque hoy estoy tapizado de obligaciones y de ahorros, nada de nada. Asimismo, tengo a mi haber que gozo de tiempo para hacer otras cosas, como la universidad, proyectos propios y la oficina, y nadie me dice ni me critica, pero todo lo anterior con tal de no dejar nada de lado.
Cuando me pongo a pensar en las razones del conflicto actual, muchas preguntas se me aparecen por al frente:
- ¿era posible desde un principio hacer algo en conjunto?
- ¿cuánto espacio había para moverse en este esquema?
- ¿cuál era el ánimo societario inicial, cuál era el ánimo societario durante y cuál es el ánimo societario actual?
- ¿quizo desde un principio el socio más viejo cederle espacio a los más jóvenes y de pasada dejarse guiar por las energías e impulsos de los más jovenes?
- ¿por qué siempre evadir el conflicto de fondo?
- ¿les pasará lo mismo al resto?
- ¿quienes dudan de si mismos para hacer algo diferente hoy, de aprovechar el punto de inflexión y dar el salto?
- ¿hay ánimo para dar un salto o preferimos quedarnos dónde estamos?
A mi se me ocurrió hace un tiempo ponernos en búsqueda de un socio estratégico que nos abra puertas hoy por hoy cerradas por dentro y por fuera, y me respondieron que si quería me iba. Además de no entender nada de nada, tampoco entendí la resistencia a potenciar las cosas, como querer seguir andando a pie cuando existía la real posibilidad de comprarse una bicicleta con cambios para andar más rápido, para llegar donde las piernas no daban, para llevar un poco más de peso en cada visita, para largar los sueños y proyectos.
Hoy me empiezo a dar cuenta que en el esquema actual de cosas cada vez tengo menos espacio, y por espacio entiendo necesariamente las oportunidades para hacer cosas distintas, para realmente soñar y moverse hacia ese sueño, buscar potenciarse, buscar aprender y marcar la diferencia (más allá obviamente de una página web o de una carpeta con logo y todo). Solo con un espacio súper marcado y definido, el cual todos entienden es parte de un esquema mayor y el cual todos entienden que muchas veces deberán contribuir a mantener, me permitiría hacer las cosas con más libertad, salir a buscar clientes, pegarme un viaje al año para estar al día y aprovechar de cultivar las relaciones.
Pero todo lo anterior no sirve si no existe voluntad de hacer cosas en conjunto, y no estoy dispuesto a seguir haciendo cosas solo, respecto de las cuales la respuesta viene a ser "...." (nada), en donde los esfuerzos no están compensando de ningún modo ni forma.
Mañana es y será un día largo y doloroso, lo sé, será una oportunidad de sincerarse, de decir lo que cada uno cree y piensa, cómo entiende que las cosas estén como estén hoy en día, de qué manera se quiebra la inercia y para qué.
Es esto último lo que más me intriga: para qué seguir adelante. A mi se me acabaron los sueños en grupo, lo reconozco, esos deseos de grandeza, de armar una pequeño imperio, que funcionara como un reloj recién aceitado y puesto a punto se esfumaron. Quizás estoy más práctico para mis cosas y he aprendido que en la vida no todo son sueños de grandeza, mas para hacer cambios hay que soñar en grande, y si no soñamos en grande, seguiremos con una vida miserable y monótona .
Lo que suceda mañana nos marcará a cada uno de un modo distinto, todos estamos entrando en esquemas de vida más complejos y demandantes, pero a la vez estamos optando por llevar vidas mucho más completas y complejas, si ahora es la hora de comenzar a replantear la vida laboral, no le temo a hacerlo y a hacerme cargo.
Aún no topo techo, por el contrario, he estado durante años muy lejos, pero quiero tocarlo, no me cabe duda.

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