ELIGIENDO UNA REINA


En nuestra fértil provincia señalada ha nacido un pequeño mundo llamado "farandulandia", mundillo alimentado por las prensas rosas y amarillistas, apoyados por la televisión y hordas de periodistas y malaventurados que arriesgan su integridad día a día para llegar con una noticia fresca, un comentario masoquista, una critica irreverante, a los hogares de esta larga franja de tierra llamada Chile.


El último fenómeno/producto de este subpaís llamado farandulandia (N. del E.: por Dios, qué buen nombre) se llama KEL, sí, KEL. Esta chapa artística responde a la segunda sílaba de (RA) - (Q)Kel, que viene a ser la sucesora natural de su mami, la llamativa y deslenguada Raquel Argandoña ("y pensar que su papá era administrador del Almac del Plaza Lyon y era tan querido y respetado", como decía mi finada abuela Carmen).

Kel, como buena princesilla de farandulandia, ventila todos sus problemas por la prensa, dándole igual incluso pelear con su mamá y su papá (que dicho sea de paso es un conspicuo abogado de farandulandia), y ahora está jugando con todos los adolescentes que la emulan y adulan con que un día irá y otro día no irá a un concurso de belleza de otras princesillas faranduleras de la corte universal.
Como broche de oro: Imagínense esas pobres pokemonas o emonas o pelolais o como quieran llamarse que en el certámen nacional fueron vencidas y despojadas de sus sueños por KEL y que ahora que ya se hayan recuperadas del trauma causado por su derrota, KEL rereaparece en escena diciendo que si quiere pero después no quiere ir al certámen universal. (¿Cubrirá FONASA el tratamiento siquiátrico para estas niñas?)

Pobre KEL, pienso, pues si su sueño es ser reina debe destronar a mami, pero si sigue jugando con la sabiduría popular de farandulandia, la tratarán igual que la Lady Diana de Gales antes de morir y cuando andaba enredada con el hijo del dueño de Harrod's.

Asi las cosas, querida KEL, hazle caso a los instintos del resto, no a los tuyos ni los de mami ni papi, cual yogui, escucha tu ser interior (sí, ese que de repente molesta como si fuera un eco), déjalo hablarte, abre tus chacras (no las chacras).
Déjate llevar entonces y por favor, anda al concurso y logra como sea que te elijan reina, por que entre tanto problema de sequía, petróleo por las nubes, caos en el gobieron y sus dineros, algo de alegría necesita farandulandia.

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