Brilla que brilla

El clima ha empezado a mejorar, y por lo visto todo a comenzado a florecer, tanto asi que ahora ya he podido cortar la calefaccion de la casa y colgar la ropa en el patio para que se seque con los reacios rayos de sol que se dejan caer por estos dias.
Lo anterior me ha llevado a pensar en cuanto sol le falta a la gente de por aca: como dice mi querida mujer, aqui la ropa no se la ponen porque el clima lo permite sino porque es la temporada que toca, y lo anterior es absolutamente cierto, tanto asi que por la manianias veo a un tropel de estudiantes vestidos con sus mejores ropas veraniegas y yo sigo ataviado de mi indumentaria invernal.
No obstante lo anterior, y dependiendo de la hora y de como evoluciona el cuadro climatico, me he comenzado a desprender de mis indumentarias, aunque sea de modo esporadico y me haga sentir un tanto distinto. Como por ejemplo el miercoles pasado, que hacia un calorito de aquellos agradables y soportables como de los primeros dias de diciembre en el hemisferio sur y opte por ponerme una polera que llevaba guardada unos 5 meses en el closet.
Pero mas alla de la indumentaria he descubierto cuanto bien le hace al ser humano el sol, aunque sea por un rato corto, y si a eso le acompanias el cambio de color de los arboles y flores, el cuadro se compone aun mas. Tanto es lo anterior que a mi mujer le ha mejorado muchisimo el animo, se le ve mas linda que nunca, llena de vida y paciencia para sobreponerse a los abatares de la crianza, y al que habla, no obstante estar lidiando con las contracturas propias del estudiante pre examenes, de a poco todos estos cambios climaticos me han ido cambiando el animo, mejorandome el espiritu e impregnandome las ganas de estar mas lucido, mas despierto, mas dispuesto a la batalla diaria que depara el estudio y la exigencia interna de aprender un poco mas cada dia que pasa.

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