Y MI HERMANA SE CASO…

Me resulta difícil en estos momentos recordar en que circunstancias fue que mi hermana Teresita nos contó que se casaría: se que fue en marzo, de vuelta de las vacaciones, pero no me acuerdo donde (a lo mejor fue donde la mama, en esas comidas de domingo que tanto me gustan y que sirven para ponerse al día de lo ocurrido a cada uno y de lo que ocurrirá en los días siguientes). A lo mejor todo se deba a que me vine para Inglaterra sabiendo que no estaria, y como medida de proteccion, I blocked several thoughts and feelings to avoid the pain.

Pero bueno, el sábado pasado, a eso de la una y media comenzaba el gran jolgorio, con la celebración propiamente tal, a la orilla del río Maipo en el Cajón del Maipo en un sitio que según me han dicho estaba de película.

Pero bueno, aquí andaba yo, con tres horas adelantado, vale decir, cuando me desperté a las 6.30 pensando en los preparativos, en chile recién se estaban encontrando los primeros sueños de una larga espera quedaba aun un buen trecho para que empezara a clarear. Y así me di vueltas en la cama hasta las 8 cuando decidí levantarme y comenzar el conteo: ya eran las 5 de la mañana en chile.

Por la mañana mate el tiempo estudiando, viendo películas con la Dominga, tratando de cuidarle el sueno a la Luchita (anda con la presión baja y por lo tanto un tanto echa pedazos), armar mi bicicleta nueva y esperar.

A eso de la 1 de por acá, o sea, las 10 de Chile, llame para donde mi mama para saber como iba todo, me contesta la Elisa, me pone al día de las actividades, y le corto. Luego llamo a la Paula para preguntarle por un remedio para la despresurización de la lucha, pero me comenta que poco se le puede hacer al asunto.

Sigo esperando.

A todo esto, mi mujer en un acto de suprema cordura y inteligencia emocional, me preparo un frasco con flores de Bach que me atajo hasta los peos, una bomba de aquellas, mejor que un diazepan (pues no me boto al suelo no me hizo sonar estupideces) y mas eficaz que un prozac (que dicen que anda por ahí con su amigo de mas arriba). Lo cierto es que esas gotas me mantuvieron en pie, o mejor dicho, sentado pero con la cabeza en alto, mirando al cielo y pensando en mi hermana y su marido.

Seguí esperando.

Yo había entendido que me llamarían, pero en aras del tiempo y de la sanidad mental, cuando ya eran como las 6.30 de aquí (o sea, …. Las 3.30 de Chile), llamamos y pudimos hablar con la novia (léase mi hermana), mi papa y mi hermano mayor. Fin de las transmisiones. Hasta ahí todo bien, supongo, pues no recibí mas noticias.


Mas que sensaciones encontradas, tengo hoy día la sensación que he pasado por uno de esos duros y rudos (notable el juego de palabras entre rudo y duro= 4 letras y las mismas y que al final significan cosas distintas, locuras de nuestro alfabeto) momentos de mi vida, y que tal como me ocurrió cuando me vine para acá hacen ya 3 meses atrás y estuve pateando la perra por un buen rato, como así me ocurrió luego la despedida de mi madre y luego la de mis suegros, todo comienza a retomar su curso natural y moderado, empiezo la fase 1.5 de esta vida pues la 2.0 viene con el nacimiento de Santiago y la 2.5 con los exámenes y la 3.0 con la entrega de la tesis (no es que hayan prioridades, pero los números dicen relación con las etapas de este breve viajecito por estas latitudes).

Pero retomando, las cosas se me hacen menos duras ahora, estoy volviendo a atinar, a escuchar música un tanto mas animada, a reírme, a contarle al resto de mis penas, en fin, a salir de la jaula y retomar el curso de las cosas.

En todo caso lamento no haber podido estar con mi hermana, pues me han dicho que se veía muy linda y radiante en su día (y su marido también), porque la fiesta estuvo por lo alto, porque estaban todos mis parientes por allá, porque es mi primera vez que estoy fuera de casa para una tan importante celebración familiar y porque al final me perdí el estar allá, mas que fuera por un ratito.

Como dice mi hermano Francisco: Sometimes you win, sometimes you lose, y así es como se balancean las cosas en la vida, ganando y dejando de ganar, y así sucesivamente.

Ahora comienza la etapa de ganarle a todo, y era que no, pues el tiempo pasa corriendo estrepitosamente y no te da tiempo para bajar la intensidad por algunos segundos para revisar lo hecho, sino que te conmina a avanzar, sin piedad, avanza, que el cuco nos va a comer si no nos escondemos de el.