HOY ES MI CUMPLEAÑOS


Hoy es 30 de octubre de 2005, para algunos es una fecha más, pero para mi es un día muy especial: es mi cumpleaños. Hacen ya 31 años que mi madre me trajo al mundo, 31 primaveras, otoños, inviernos y veranos, y la verdad es que es un montón de tiempo, de veras. Es también un día de reflexión, pues me corresponde replantearme muchas cosas, entre las cuales están que he hecho con mi vida, que haré con mi vida, tengo ya una mujer preciosa, tengo una hija igual de preciosa y un hijo camino, estoy estudiando un master en derecho en Inglaterra, estoy viviendo en un país extraño y de difíciles costumbres, en fin, estoy comenzando un nueva década que, no cabe duda, se vislumbra poderosamente desafiante y misteriosa.

Sin embargo, lo mas especial de este día, además de estar viviéndolo fuera de mi tierra querida llamada Chile, tiene como ingrediente adicional el que mi familia directa esta lejos, en el sur de Italia. Ahora bien, he tenido la suerte de estar con mis amigos Pj y Carola y ellos me han hecho un lindo cumpleaños, con regalos y fiesta incluida, maravilloso por donde se le mire, de veras. Es por ellos que esta fecha no ha sido para mí un desconsolado día más, no ha sido pura tristeza y soledad, no ha sido extrañar a mis hermanos, primos, amigos.

Es rara la vida, de veras, y lo mas formidable es que he sido yo solo quien he escogido vivirla de esta manera; no han sido ni las circunstancias ni los infortunios que pueda deparar la misma la que me han puesto aquí, he sido yo y nadie mas que yo quien ha decidido venirme y quedarme en Inglaterra, pelear día a día esta desafio y aventurarme a una nueva vida, a nuevas experiencias, a nuevos mundos y rumbos, en fin, a vivir las cosas en forma diferente.

Como ha sido vivir este día? Bueno, debo partir antes por explicar un tema basico que orientara para mas adelante: si existe alguna fecha en el año que mas me gusta es la de mi cumpleaños, pues es la única oportunidad en que me siento el rey del mundo, en que siento que todo debe girar alrededor mío, es la única fecha en la que me siento tener el derecho impostergable e indesconocible de recibir regalos, es el único día del año en que espero que me llamen, me escriban y me saluden. En el fondo, es darse la oportunidad por única vez en el año de volver a ser niño, de volver a sentir que el mundo gira en torno mío, que mi mujer, mis hijos, mis padres, hermanos, familiares y amigos se deben a mi con todas sus letras, aunque sea por un par de horas.

En otro orden de cosas, no seria justo en esta parte de esta entrega no dar mis agradecimientos a aquellos que desde temprano se manifestaron cariñosamente con el suscrito, vale decir, PJ, la Carola, Iñaki, la Gracia, la Mariangeles, José y la Fran, Daniel, la Consuelo y la Sofía. Todos y cada uno de ellos merecen mi profunda y extrema gratitud, en especial por haber hecho de mi cumpleaños una gran oportunidad para celebrar, para apagar las velas, para tomar pisco sour y vino, para comer pizza y una torta deliciosa. Gracias amigos queridos, gracias.

Pero volviendo con el tema de fondo, hoy es mi cumpleaños, y estas líneas las escribo sentado en el tren que me lleva a mi pueblo desde el viejo Londres, y la verdad es que nunca me hubiera imaginado estar sentado aquí en este día escribiendo en estas circunstancias, se me aprieta la guata, se me seca la boca, se me hace un nudo en la garganta, me pican los ojos y me dan ganas de llorar.

Mis hermanos Juanjo y Tere con la Manuela y Tomas me llamaron al ser las 12 de la noche; por la mañana temprano me despertaron la Luchita y la Dominga (que rico escucharlas, hacia 6 días que no lo hacia y diantres que las echo de menos, uf), mis suegros y la Caquel. Tambien me llamaron mi papa, la Paula, mi mama y la abuela, sin perjuicio que el viernes por la noche me llamo Carlos previniendo la posibilidad de no poder comunicarnos el dia de hoy. Me llegaron mail de Gabriel, del Pelao Morel, de Andres Salis Robando, de la Marce y de la Michelle, y unos mensajes (SMS) de Thomas, Nicola y Sebastiana, y de veras que soy afortunado, pues todos aquellos con quienes he entablado profundas y largas relaciones me han regalado unas palabras en este día. Gracias, muchas gracias.

El nudo de la garganta no se me suelta por mas que trate, y quizás lo que mas dolor me cause en estos minutos sea el hecho que llegare a casa y estaré solo, en silencio (como lo he estado la ultima semana) y solo me quedara resignarme a vivir lo que queda del día de este modo. Como decía el Chavo del 8 “Pues ni modo”.

El ultimo párrafo suena un tanto aterrador y depresivo, pero los prevengo desde ya que no es para tanto. Lo que sucede es que he descubierto lo importante que ha sido para mi dejar todo lo que deje en Chile, cuantas cosas me gustan de mi vida por allá, cuanto me gusta mi familia, mi casa, mis familias (la propia, la sanguínea y la política), cuanto me gusta estar con mis amigos, cuando me gusta mi oficina y el trabajo que hago, cuanto me gusta vivir en mi ciudad (a pesar de los tacos, el smog y el caos), cuan agradable es ir al supermercado a comprar cosas para cocinar y comer, cuan delicioso es escuchar hablar castellano, leer los carteles en castellano, cuan maravillosa es la cordillera de Los Andes en todas sus épocas, especialmente en invierno cuando, luego de largas e intensas lluvias y cuando se despeja, se asoma con toda su potencia y magnificencia y asombra, regocija y me pone en mi lugar.

Hay que ser de una madera diferente para soportar cambiarse de país, para que comience a gustarte donde vives, que puedas superar el hecho que puedas estar lejos de tu familia y amigos, que te pueda comenzar a gustar la comida de tu nuevo hogar, los olores, el idioma, el desfase de horas, en fin, el hecho de perder temporal o definitivamente todas las conexiones con los tuyos, ser capaz de construir nuevas conexiones y que estas nuevas conexiones sean total y absolutamente diversas y distintas, a la usanza del país al que has llegado.

Esta es la escuela de la vida, dicen por ahí, y era que si me esta dando lecciones y, con el debido respeto, con una rudeza y honestidad bastante dura, como pocas veces me había tocado vivir en la vida; y aquí esta lección de estos dos meses y fracción que llevo fuera de Chile y que jamás había considerado dentro de mis miopes cálculos previos a mi viaje. Toda esta rudeza no ha sido en vano, por el contrario, me ha ido templando, me ha ido abriendo los ojos, me ha dado la posibilidad de reconocer lo que mas arriba describo, me ha enseñado que hay un mundo fuera de mis fronteras que palpita y respira, que sufre y goza, que pelea, que vence y es derrotado, que los otros son tan humanos como yo y que también quieren en la vida muchas cosas. A fin de cuentas fue salirse del ostracismo en que naturalmente vivía en Chile (querámoslo o no, el hecho de tener una cordillera por el este, un desierto por el norte, una antártica por el sur y un océano por el oeste son barreras naturales que favorecen el encierro) y venirse a una isla que pelea por seguir siendo diferente del resto de sus vecinos continentales pero que esta sentenciada a unirse en el corto tiempo, pues los avances de la Europa unida están generando profundos cambios, y de entre ellos el mas evidente es el derribo de las fronteras y la creación de una unión prospera, diversa y respetuosa, hace que todo confabule para que entienda, de una vez por todas, que es hora de crecer, de ser adulto y de dar gracias infinitamente a Dios por todo lo que tengo y por lo que me ha dado y por lo que me dara.

En fin, hoy es mi cumpleaños, y como regalo me ha dado la libertad de escribir todo lo anterior, he dejado que las manos vuelen por el teclado y que la cabeza y el corazón hablen, y a aquellos que a estas alturas se han dado el tiempo de leer todo lo que he dicho antes, les agradezco que así lo hayan hecho, pues fue como haberlos tenido en mi casa celebrando mi fiesta de cumpleaños. Gracias entonces por venir y será el próximo año una nueva oportunidad para encontrarnos y para celebrar.