TODO SOBRE MI MADRE

Es gracioso que ahora le toque el turno de sentarse en el banquillo a mi madre, pues ya lo hice con mi padre el día de ayer.
Pero la justicia obra de maneras misteriosas y creo que le ha llegado su turno.
Mi madre se llama Marcela del Carmen, es hija de Carlos y Carmen, la segunda entre sus 4 hermanos, tiene más de 50 pero menos de 60, es historiadora del arte y por defecto adiestra las ávidas mentes de muchas señoras bien que quieren aprender un poco más de la historia del mundo, demoler mitos como el de Adán y Eva y entender qué es la UE o OMC o la OTAN.
Mi madre es una gran mujer, parió a 6 lindas criaturas, cada cual más especial que el otro, y nos ha criado como mejor ha creido hacerlo, con la docilidad y refinamiento de su madre y con la tolerancia que los años le han enseñado a llevar con entereza.
Mi mamá es quien me enseñó dónde estaba Europa, Asia, América, Africa y Oceanía, es quien me enseñó a mirar un poco más allá de las simples lecciones escolares de historia, a comprometerme a estudiar para la PAA, a gozar de los pequeños placeres de la vida y hablar en distintas lenguas.
Mi mamá es una mujer de largas y lindas piernas, ojos color marrón (ojo con el tono del color porque aquí en Europa se dice así al color café), de naríz poderosa y piel clara.
Mi mamá es una mujer muy especial, de aquellas que tienen la gran capacidad de hacer que las veladas familiares sean cerca de la mesa y compartiendo más de alguna historia.
Mi mamá es una mujer de pocas amigas, algunas de carácter bestial como otras de una tozudes a prueba del más porfiado.
Mi mamá es una mujer que adora viajar, y aunque la suerte no la ha acompañado como debiera haberlo hecho hace ya un buen par de años, igual se las ha rebuscado para hacerlo por distintos lugares del mundo, no obstante que el Asia menor y mayor, el Äfrica y la Oceanía le queden aún por conocer.
Mi mamá viene en 3 semanas más a verme gracias a la generosidad encomiable de su hermano menor y el gentil auspcio de su mamá, y me hace mucha ilusión verla, toda vez que antes de despedirme para venirme para acá, di por hecho que la vería en 6 meses, luego que Santiago naciera y ya tuviera un buen par de meses en el cuerpo.
En fin, mi mami es perfecta, y por mucho que trate de buscarle cosas malas, estan se me olvidan de ipsoe facto. Así es el amor del hijo por la madre, ¿o no?

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