SE ACABO LA ULTIMA SEMANA

Bueno, como todo libro que comienza con una introducción, siempre termina con una conclusión, y desde el viernes que estoy libreta (hasta el 05 de octubre, que es cuando llega mi querida y preciosa familia), por lo que les contarés brevemente cómo acabó todo.
Tal como les decía, el viernes pasado fue el último día, pero el jueves fue nuestro exámen final (un ensayo del que no vi ni una) + la entrega de una carpeta con todos los trabajos puntuables (salvé en casi todos). Por la tarde tuvimos una fiesta con comida de todos los integrantes, y a la cual sabiamente concurrí con unas botellas de vino con frutilla, pues era de esperarse que nadie llevaría trago. En fin, luego de la fiestecilla nos marchamos con los cabros de la clase y de otras también a un bar y luego a otro bar (con pelea entremedio casi como de película) y luego de vuelta a la pieza.
El viernes anduve como la mona, con algo de caña y muy cansado, es más, tuve que oficiar de chairman en un debate y me reí bastante, para ser honesto. Por la tarde fui con unos compañeros a un "all yu can it" de Pizza Hut y luego de vuelta al hall para ordenar las cosas, dormir la siesta y luego en la noche compartir la mesa con mis compañeros de edificio (que eran los del curso).
El sábado la levantada fue bien tempranera, ordené la cama, cargué mis últimas cosas, aspiré la pieza y lavé el baño y me dirigí a la agencia de arriendos a recibir mi casa.....

De las claeses, les puedo comentar que fueron de bastante provecho, aprendí mucho a cómo relacionarme con estos ingleses, a entender cómo les gusta que unos les explique las cosas y les escriba, como se habla, qué es un OHP o un OHT, cómo se hace para hablar en público, cómo se usa la puntuación, cómo se leen los libros (scheeming, scanning, key words, main ideas, underlining, hightlining) y cómo se hace para aterrizar como planeador en vez de dar mil botes y caer rendido ante la angustia y la depresión del lugar diferente, de la comida y los sabores nuevos, de la frialdad, la lluvia, las buenas y deshonetsas maneras, la cordialidad, la lentitud que exaspera, y el olvido de las conversiones a peso.

En el plano personal, y tal como ya les conté tiempo atrás en mis primeros capítulos, la verdad es que ahora me siento mucho más "habido" en el lugar, ya no me parece extraño el idioma, la comida, los olores, la gente, la mugre, la calma y la frialdad. Tampoco me sabe extraño que todo se mueva con la plata, hasta el más mínimo céntimo, y tampoco me parece extraño ver a la gente comprando de un cuanto hay por las calles todos los días y a todas horas. He aprendido de este país, y quizás he tenido la gran suerte de estar en una ciudad pequeña, donde todo queda al alcance de la mano, donde nadie toca la bocina ni respeta los seda el paso, donde los parques con sua ardillas son un habitante más, donde las nubes son más gordas y blancas que en Santiago, donde no sabes si puedes colgar la ropa para que se seque pues de seguro que te lloverá, en fin, una ciudad que además verá nacer a mi hijo Santiago, y me dará la oportunidad de poder estar con la Lucha, con la Dominga y Santiago más de lo pudiera esperar.
Vale pues este agredicimiento al 'pueblo' como lo he llamado al compararlo con Londres.

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