El día en que sales por la puerta de tu casa, nada pasa, porque sales.
Pero el día en que sales de la que era tu casa, con las maletas hechas y con lo puesto, pasan muchas cosas.
Yo salí el viernes de la que era mi casa, mi hogar, mi sueño de una vida en familia, y al cerrar la puerta, detrás mío, quedó una vida junto a quien fuera mi mujer por largos casi 17 años.
La última vez que dejé una casa y cerré tras de mi la puerta, fue cuando me casé, y aquella era la puerta de la casa de mi mamá.
Hoy estoy de vuelta, donde mi mamá, 17 años más viejo, 17 años más diferente, con 4 niños maravillosos, muchos kilómetros recorridos, con tres maletas y un montón de cariño, pero también de miedos, con una madre que me quiere y acompaña, que me escucha y con una sabiduría maravillosa, me hace cariño y me quiere. Mi hermana chica es también puro amor, la cagó.
Así que, vamos paso a paso, con las penas y miedos a cuestas, pero vamos avanzando.
Pero el día en que sales de la que era tu casa, con las maletas hechas y con lo puesto, pasan muchas cosas.
Yo salí el viernes de la que era mi casa, mi hogar, mi sueño de una vida en familia, y al cerrar la puerta, detrás mío, quedó una vida junto a quien fuera mi mujer por largos casi 17 años.
La última vez que dejé una casa y cerré tras de mi la puerta, fue cuando me casé, y aquella era la puerta de la casa de mi mamá.
Hoy estoy de vuelta, donde mi mamá, 17 años más viejo, 17 años más diferente, con 4 niños maravillosos, muchos kilómetros recorridos, con tres maletas y un montón de cariño, pero también de miedos, con una madre que me quiere y acompaña, que me escucha y con una sabiduría maravillosa, me hace cariño y me quiere. Mi hermana chica es también puro amor, la cagó.
Así que, vamos paso a paso, con las penas y miedos a cuestas, pero vamos avanzando.
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